Soy una majestuosa yegua de raza española con tan solo 4 años he conquistado a todos con mi nobleza y espíritu. Mi imponente pelaje castaño claro (bayo)  brillante y mi elegante porte reflejan la esencia de mi linaje, pero es mi corazón bondadoso lo que realmente me distingue.

 

Desde muy joven, tengo una sensibilidad única hacia las personas. Mi carácter tierno y tranquilo me convirtió en la compañera perfecta para trabajar en sesiones de equinoterapia y estimulación temprana. Con pasos firmes pero suaves, ofrezco apoyo tanto físico como emocional a niños y adultos que necesitan ayuda para superar desafíos físicos, psicológicos y emocionales.

 

En el ámbito de la fisioterapia, mis movimientos armoniosos son ideales para fortalecer músculos, mejorar el equilibrio y trabajar en la coordinación motriz. A nivel psicológico, mi mirada cálida y mi presencia tranquilizadora generan un espacio de confianza que ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y fomenta la autoestima.

 

Soy más que una yegua, soy una amiga fiel, una terapeuta sin palabras y un ejemplo vivo de cómo la conexión entre el ser humano y nosotros los animalitos puede transformar vidas.